Palabras, Barullos, Sueños, Cuentos e Historias de Vida, Viajes y Otras Verdades

May 15, 2009

Pedazos de Corazón


Ella venía de un lugar muy seco, lleno de largos y rectos cactus que no se podían ver de día por el resplandor del sol. El sol hacía que todo pareciera movedizo, todo para ella era un espejismo que, sin mucho esfuerzo, se trasladó al lugar en donde esperó por el, muchas, muchas horas, sabiendo que aunque no lo conocía, el era el hombre que transformaría su existencia. Ella tenía su alma un poco trastornada por todos los dolores, aquellos que producen esos sinsabores al tratar de aceptar que tus familiares están siendo asesinados, desaparecidos, amenazados, obligados a abandonarlo todo. Aunque había dejado de llorar, ella no podía renunciar a los corajes que provocan el sentimiento de la venganza. Estaba implícito en su piel, estaba incrustado en sus huesos. En su alma se manifestaban los vestigios de sus muertos, su sufrimiento, su agonía, la tortura al momento de sus decesos. Sin que ella estuviera convencida de saber a donde llegaría, aceptó la misión conferida, después que los muertos visitaron en sueños, los chinchorros de los más viejos. Ella tenía ahora, la tarea de abrir la boca, gritar, decir qué había pasado con ellos, impedir que pasara más.

El desamor y la zozobra, habían terminado destrozando su corazón. Tantos pedazos había de el, que no sabía como repararlo. Ella tenía el corazón roto. Ese día, decidió esperarlo, aunque se hubiera demorado mil horas, ella había decidido darle tiempo al tiempo porque sabía que el, transformaría su existencia. Cuando lo tuvo en frente, ella enmudeció. Se convirtió en la mujer mas torpe que hubiera imaginado jamás. Su silencio no pudo evitar la seguridad de sus nervios. Su corazón latía completo, salvajemente quería salir de su pecho, pedirle a el que no se alejara para que pudiera seguir sintiendo que estaba perfecto. Ella trataba de controlarlo con la razón, pero su corazón conectó de inmediato su sentimiento.

El, definitivamente comenzó a trasformar su existencia. Gritó con ella el nombre de sus muertos. Escribió mil letras para contarle al mundo que ella estaba viva y que su corazón tenía motivos para seguir completo. Ella, inspirada en el, sentía que todo lo podía, no había reto más grande, ni lugar más lejano, ni enemigo más peligroso, ni envidiosa mas tenebrosa. Si el estaba a su lado, su corazón palpitaba completo.

El corazón de ella quería viajar con el corazón de el, quería bailar vallenato salsa y merengue, quería conocer lugares lejanos, quería consentir y ser consentido, quería volar y aterrizar, quería comprar una casa, tener hijos, o no, mejor perro y gatas para espantar a las cucarachas, pero el corazón de el, estaba ocupado pensando que podía componer otros corazones que no estaban rotos.

El, no se dio cuenta que ella, taxativamente, vivía por el. A el le encantaba hacer que otros corazones rotos sintieran que el suyo podía componerlos. El supuso que la amaba y el corazón de ella le creyó.

Su corazón, se rompió otra vez, está hecho pedazos…